Los momentos delicados que se están viviendo en nuestra Universidad sacan de su descanso a un grupo de hombres y mujeres que, con su esfuerzo, contribuyeron a lo que hoy es la Universidad Autónoma de Sinaloa. Se sienten ninguneados, lastimados no tan solo en lo económico, sino en lo personal. Nula empatía ha tenido el rector Madueña… Así lo expresaron un grupo de jubilados de la UAS.
La oportunidad de llevar a la UAS a mejores niveles de eficiencia, tanto académica como financiera, al parecer no es su prioridad.
¿A qué le teme el rector a realizar una auditoría financiera dirigida a supervisar la nómina de todos los trabajadores?
Al rector Madueña se le ve terco, empecinado en ver desde su óptica y solo observar parte de lo que provoca la crisis financiera que vive la UAS.
Es grande y complejo dirigir una institución como la UAS. Señalábamos en escritos anteriores que uno de los retos del rector Jesús Madueña iba a ser resolver la crisis financiera que ya se estaba presentando, para que la UAS cumpliera con todas sus obligaciones patronales… Lo que no vimos era que no tenía empatía y que buscara la salida fácil.
Hablaría bien del rector Jesús Madueña el escuchar a toda la comunidad universitaria y mandar el mensaje de que lo que se busca es sanear a la Universidad, que todos se sientan escuchados, atendidos y que se logre tener una institución académica libre de toda sospecha de corrupción, señalamiento que a nadie ayuda.
Que ese señalamiento de posible corrupción laboral se esclarezca, que escuche a los jubilados y que se aplique una auditoría financiera lograría que los resultados que arrojara fueran bien vistos y acatados por toda la comunidad universitaria… llegando a la unidad y llevando a la cúspide a nuestra Universidad Autónoma de Sinaloa sea el resultado final.
P.D. Nos vemos en la próxima entrega.