“Lo más valioso que tiene una persona es su nombre por eso siempre hay que honrarlo”, escuche decir a un amigo abogado, la frase la escuchó de uno de sus profesores en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Sinaloa, ese docente era Alfonso Carlos Ontiveros Salas.
Durante muchos años formó aspirantes a la abogacía, hasta su jubilación, siempre comentado como un referente de quienes fueron sus estudiantes; Ontiveros Salas no era solo un teórico exponiendo el funcionamiento de las leyes, ha destacado en el ejercicio del Derecho Laboral y Penal.
Ha ocupado cargos como Subprocurador de Justicia de Sinaloa, Secretario de Seguridad Pública en dos ocasiones, nunca se le conoció un escándalo o señalamiento como el que lamentablemente cargan muchos mandos en la actualidad.
Sin embargo, su rol más importante en el ámbito de la Casa Rosalina ha sido como Abogado General, en el 2006 llegó invitado a dicho cargo por el maestro Héctor Melesio Cuén Ojeda (DEP), para un reto no menor, combatir una mafia que costaba millones de pesos a la UAS.
Alfonso Carlos frenó el modus operandi de los antiguos abogados generales que perdían casos a propósito a cambio de millonarias comisiones y en contubernio con un grupo de litigantes también universitarios que se dedicaban a “defender” trabajadores aniversarios.
Falsos despidos para falsos juicios que terminaban en arreglos benevolentes para los trabajadores y jugosos porcentajes para sus abogados y desde luego el enemigo en casa, ya que quienes eran responsables de presentarse defender los interese y recursos de la UAS no lo hacían.
Con Ontiveros Salas esas prácticas terminaron y defendió férreamente los intereses de la universidad, llevando los juicios a últimas instancias y pagando solo cantidades justas cuando había algún daño que reparar.
Acabar con este millonario negocio le costó hacerse de enemigos, pero Alfonso Carlos jamás titubeó en su misión de defender el patrimonio de la casa rosalina.
Su desempeño fue tal que el sucesor de Cuén, el rector Víctor Antonio Corrales Burgueño lo mantuvo en el cargo, hasta el año 2011 en que tuvo su segunda gestión como Secretario de Seguridad Pública de Culiacán.
Ontiveros Salas regresó como abogado general de la UAS en el año 2013 en la rectoría de Juan Eulogio Guerra Liera, teniendo una mala experiencia antes actitudes condenables de dicho dirigente en las cuales no ahondaré.
Regresó como asesor jurídico de la UAS en el año 2021 en la administración de su amigo el doctor Jesús Madueña Molina, y fue uno de los importantes defensores en la persecución política que este sufrió por un par de años, y también parte del equipo que defendió a cabalidad la autonomía universitaria.
El pasado mes de febrero fue nombrado nuevamente abogado general de la UAS, y tuvo la tarea de crear los reglamentos para el proceso de elección rectoral de este 2025. Es posible que tenga continuidad en dicha oficina durante el segundo periodo del doctor Madueña.
Al Maestro Ontiveros lo conozco hace años y le tengo estima y respeto, la primera vez que escuché su nombre fue cuando tenía como ocho años, ya que mi padre fue su director operativo en la entonces Dirección de la Policía y Tránsito Municipal de Culiacán, cuando él era el director general de dicha dependencia en la administración del doctor Humberto Gómez Campaña.
Durante los años posteriores a su relación laboral y amistad, mi padre siempre le siguió llamando “el jefe”. Con el paso de los años fui conociendo su trayectoria y prestigio los cuales siempre han concordado con las cualidades que mi padre le atribuía, y de todas las personas de fiar que conozco y han coincidido con el licenciado como alumnos, colegas o funcionarios, solo he escuchado elogios y señas de respeto.
Los hombres cabales siempre tocan intereses, es normal que sean atacados por falsas polémicas, sin embargo, salen abantes y el licenciado no es la excepción, esperemos por varios años más contar con la fortuna de los servicios y el compromiso de Alfonso Carlos Ontiveros Salas por el bien de la UAS y de la Sociedad Sinaloense.