Y así, señores, llegó el gran día. La elección en Sinaloa se convirtió en el desfile de los simuladores, esos que juraban que con una escoba de candidata podían barrer en las urnas. ¡Qué risa! Ah, pero eso sí, todos ellos se creían los superoperadores, los que podían mover montañas con un par de despensas y un acarreo de última hora. Pero, ¿qué pasó? La verdad salió a la luz y quedó claro: son más falsos que billete de tres pesos.
Los mismos que se llenaban la boca diciendo que eran el futuro del morenismo nacional ahora están con la cara de pendejos, porque el gobierno del Estado puso a trabajar a varios directores que, por cierto, no sabían ni por dónde les daba el aire. El resultado fue un rotundo fracaso, y los pobres no sabían si esconderse o salir a gritar “¡qué vergüenza!”. La elección del poder judicial en Sinaloa se exhibió como uno de los peores espectáculos de la historia, gracias a estos genios que decían tener todo bajo control.
¿Y qué decir de Mazatlán? Bueno, solo Ahome salió un poco avante, pero eso no es suficiente para tapar la vergüenza de Culiacán y los demás municipios. Todo un fiasco. La realidad es que ni las despensas, ni los programas de adultos mayores, ni las becas hicieron que la gente se moviera del sofá. La apatía se siente más fuerte que nunca, y se nota que la gente ya se hartó de los cuentos de hadas.
A nivel nacional, el 13% de participación es una burla y en Sinaloa, la cifra no es diferente. Pero esperen, que eso no es todo. Con casi cinco millones de votos nulos, gran parte le toca a Sinaloa. ¡Qué chiste! Esos acordeones que sacaron a relucir ni los mismos operadores conocían. ¿Y al final? Valieron madre. La elección fue una cagada monumental y, sí, una verdadera vergüenza.
Ahora, con jueces elegidos por unos pocos, la cosa se pone seria. Muchos de ellos ni siquiera tienen carrera judicial, y nos van a juzgar. ¡Qué pena! Este espectáculo quedará grabado en la historia. Quedó demostrado que la 4T no es nada sin el nombre de Morena en las papeletas. Si no está el logo, no son nada. Eso que quede clarísimo, operadores y simuladores.
Cuando llegue el momento de hacer el corte, que nadie se sorprenda si los que se creían los reyes del mambo terminan con el rabo entre las patas. Cada elección que pasa, más se exhiben. Así que, vámonos, que aquí no hay nada que ver. ¡Hasta la próxima, circo electoral!
Todo esto, según yo, el Goyo310… ¡Fugaaaa! Y Rocha corre a eso, bola de simuladores, jajaja.