Ayer, en la Ciudad de México, se armó la reunión del siglo con Alito Moreno, el gran líder del PRI que, seamos sinceros, parece más un payaso que un político. Ahí estaba, rodeado de la cúpula del PRI de Sinaloa y Culiacán, dándonos discursos tan pendejos que hasta un loro podría haberlo hecho mejor. ¿De verdad piensan que con palabras vacías van a convencer a la gente de que son una opción viable? ¡No mames!
El buen César Emiliano, el presidente del PRI en Sinaloa, se hace el Emiliano, como si supiera qué chingados está haciendo. ¿De verdad crees que el pueblo va a comprar tu cuento de que el PRI es la solución? La única solución que han encontrado es meterse entre las nalgas todo lo que hicieron en el pasado, y ahora vienen a criticar a Morena como si ellos no tuvieran nada que ver en el desastre que vivimos. ¿Desde cuándo se convirtieron en los salvadores de Sinaloa? Es como si un ladrón se convirtiera en la policía y nos dijera que ahora sí va a protegernos. ¡Por favor!
Y qué decir de los demás en la reunión: Liliana Cárdenas, Paloma Sánchez y el resto del séquito, todos ahí como si fueran los reyes del mundo. Pero la verdad es que están más perdidos que una chigüi en una tormenta, más enredados que un kilo de estopa. ¿De qué sirve hacer promesas si no tienen idea de cómo cumplirlas? La gente de Culiacán no canta malas rancheras, y la realidad es que el PRI se ha convertido en un chiste que ya nadie quiere escuchar.
Alito, con su discurso de unidad y firmeza, parece que vive en otro planeta. “Hoy más que nunca, el estado necesita gobiernos que den resultados”, dijo. ¡Claro que sí! Pero, ¿dónde estaban cuando la inseguridad se disparaba y la gente se quedaba sin respuestas? En lugar de estar haciendo reuniones pendejas, deberían estar en las calles, escuchando a la gente y enfrentando la cruda realidad que vivimos. Pero no, prefieren encerrarse en sus oficinas y hablar de lo bien que lo hacen, como si los problemas se fueran a resolver con un par de frases bonitas.
El PRI quiere fortalecer los comités municipales y escuchar las necesidades de la ciudadanía, como si eso fuera a arreglar los problemas que han dejado. ¿De verdad creen que la gente va a confiar en ustedes después de todo lo que han hecho? La única participación que queremos es que se vayan a la chingada y dejen de hacer el ridículo.
Y luego, ¿qué me dicen de su estrategia para “consolidar un proyecto cercano, incluyente y con verdadero compromiso social”? ¡Puras mamadas! La gente de Sinaloa está cansada de promesas vacías y discursos de papel. Lo que queremos son acciones, no charlas. Necesitamos respuestas reales a problemas urgentes, no un desfile de payasos en traje que vienen a decirnos lo que ya sabemos: que la situación está de la chingada.
Así que, Alito, César Emiliano y compañía, no se engañen. La estrategia que tienen es tan floja como un chicle en la suela de un zapato. La gente está harta de discursos vacíos y promesas que nunca se cumplen. Si de verdad quieren recuperar la confianza de los sinaloenses, primero deben dejar de hacer el ridículo y empezar a trabajar de verdad. Hasta que eso suceda, el PRI seguirá siendo el chiste malo que nadie quiere contar.
Todo esto según yo, el Goyo310… lo que un día fue, no será. Ya no vuelvas a buscarme, ajuaaa, qué bonita canción, jaja.