En Sinaloa, las altas temperaturas son un tema recurrente, y con razón. No es raro escuchar que la gente se queja del calor que abrasa a todos durante los meses de verano. En este contexto, el asunto del polarizado de autos se vuelve un tema candente, especialmente cuando las temperaturas alcanzan niveles insoportables. Tener un auto con un buen polarizado no es un lujo, es una necesidad.
Sin embargo, la realidad es que llevamos casi 11 meses enfrentando una crisis de inseguridad que no parece tener fin. Este contexto ha llevado a muchos a cuestionar si es realmente necesario bajar el polarizado por motivos de seguridad, ya que la situación actual nos obliga a ser más cautelosos.
La discusión sobre el retiro del polarizado está en boca de todos, y la inquietud no solo radica en el dinero, sino en la equidad. Si se va a regular el uso del polarizado, debe ser parejo para todos. ¿Incluirá a las patrullas y a los altos funcionarios que pasean por las calles sin preocuparse por las mismas reglas que se les imponen al ciudadano común? Es una pregunta válida que necesita respuesta. Si los ciudadanos deben quitar su polarizado para ser más visibles, ¿por qué no aplicar la misma regla a los que están en el gobierno?
La percepción de que el sistema es injusto genera frustración. La misma medida que se impone al pueblo no parece aplicarse a aquellos que están en el poder. Es fácil exigirle a la gente que cumpla con regulaciones que parecen diseñadas para castigar a quienes menos tienen, mientras que los que tienen poder parecen estar exentos de tales normas.
Es esencial que quienes toman decisiones en el gobierno escuchen y consideren la voz del pueblo. La falta de claridad en la implementación de estas regulaciones solo alimenta la desconfianza y el resentimiento. La justicia no puede ser selectiva. Si el gobierno quiere que todos los ciudadanos se quiten el polarizado, entonces debe comenzar por predicar con el ejemplo.
Además, el hecho de que el costo del polarizado transparente sea tan elevado plantea una pregunta de por qué se ha dejado que esto suceda. ¿No deberían existir regulaciones que aseguren que todos tengan acceso a la protección necesaria sin tener que sacrificar una parte significativa de su salario? En un lugar donde la mayoría de la población trabaja arduamente solo para llegar a fin de mes, esto se siente como una carga más que se suma a la lista de problemas que enfrentamos.
La necesidad de un polarizado adecuado va más allá de la comodidad; se trata de salud y bienestar. El sol en Sinaloa no solo es molesto, también puede ser dañino. La falta de un polarizado adecuado puede llevar a problemas de salud a largo plazo, y aquí es donde la responsabilidad del gobierno debería ser evidente. Deben asegurarse de que la población tenga acceso a opciones asequibles que no representen un golpe al bolsillo.
El tema del polarizado en Sinaloa es un claro reflejo de las desigualdades que enfrentamos en nuestra sociedad, especialmente en tiempos de crisis. Si se va a regular, que sea de manera justa y equitativa, sin excepciones ni privilegios. Es hora de que el gobierno escuche y actúe, porque en esta lucha por la justicia y la igualdad, todos merecemos un trato justo bajo el sol.
Todo esto según yo el Goyo310… dice la canción que a mí me dicen el negro y a como va la cosa me dirán carbón jaja. ¡Fugaaaaaaa!