El lío de Chicharito y la impunidad de Cuauhtémoc

Vaya que este muchacho Chicharito la cagó, ¿eh? Con esas declaraciones de que “las mujeres están fracasando”, se aventó un tiro en el pie que ni el mejor delantero podría evitar. Esas palabras, más que un simple desliz, revelan un profundo desconocimiento y falta de respeto hacia el papel que juegan las mujeres en nuestra sociedad. Y sí, hay que decirlo sin pelos en la lengua: si hoy hay quienes lo defienden, no es porque estén de acuerdo con su forma de pensar, sino porque están enojados con la presidenta. ¡Qué pinche desmadre!

Aquí es donde la cosa se pone interesante. Mientras muchos se lanzan contra Chicharito, hay una hipocresía que no se puede ignorar. La 4T, y sobre todo Morena, ha estado defendiendo a Cuauhtémoc Blanco como si fuera un héroe, a pesar de las serias acusaciones que enfrenta. Escuchar a los seguidores de Blanco gritar “no estás solo” es casi un chiste de mal gusto. ¿De verdad creen que pueden levantar a un tipo acusado de violación y al mismo tiempo atacar con saña a un futbolista por un comentario pendejo? ¡Vaya incoherencia!

Es sorprendente cómo la misma gente que hoy critica a Chicharito por sus palabras es la que se hace de la vista gorda ante la situación de Blanco. Esto es un claro ejemplo de doble moral, y no podemos permitir que la política se interponga en el respeto que todas las mujeres merecen. A ver, señores, a las mujeres se les respeta, y eso no está en discusión. No somos iguales, sí, él es hombre y ellas son mujeres, pero el respeto empieza desde la casa. En la casa de Chicharito fue donde le faltó el respeto, y no podemos permitir que su error se use para justificar la defensa de un tipo que tiene un historial más oscuro.

Es como si la 4T estuviera jugando una partida de ajedrez, moviendo las piezas según les convenga. Si estás enojado con Claudia, canaliza esa frustración hacia ella, no hacia todas las mujeres. La lucha por el respeto y la igualdad no puede tener un matiz político que la distorsione. No se vale que la 4T haga un show de moralidad cuando convenientemente ignora las acciones de sus propios miembros. La incoherencia es tan evidente que da risa y tristeza al mismo tiempo. 

En un país donde la violencia de género sigue siendo un problema latente, donde las mujeres luchan por su lugar y su derecho a ser escuchadas, es inaceptable que la política se use como un escudo para proteger a quienes deberían rendir cuentas. La crítica a Chicharito es válida, pero la defensa de Blanco es aún más problemática. ¿Qué mensaje estamos enviando? Que ciertas figuras pueden salirse con la suya mientras los errores menos graves de otros son usados como balas en una guerra política.

La verdadera lucha por la igualdad y el respeto debe ser una causa común, no una bandera que se agita cuando conviene. Si realmente queremos avanzar hacia un cambio, debemos exigir coherencia y compromiso, tanto en el deporte como en la política. La doble moral de Morena no debe ser tolerada, y la crítica no debe ser selectiva. Que cada quien asuma su responsabilidad, porque en el fútbol y en la vida, el respeto es fundamental.

Así que, aunque entendamos que Chicharito se metió en un lío del que no va a salir fácil, no perdamos de vista lo importante: el respeto hacia las mujeres y la exigencia de justicia debe ser universal. La incoherencia de la 4T no solo es un mal chiste, es una falta de respeto a todas las mujeres que han alzado la voz y que merecen ser escuchadas. La lucha por la igualdad y la justicia no puede ser un juego político. Debe ser un compromiso real que todos debemos asumir, porque al final del día, la verdadera victoria es cuando todos, hombres y mujeres, puedan vivir en un entorno de respeto y dignidad.

Bueno, todo esto, SEGÚN YO, el Goyo310… repeto, señores, solo repeto. Lo demás llega solo. ¡Fugaaaaaaaaaaaa!

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