El oportunismo partidista del aguinaldo…Por Jesús Alfonso Durán López

El oportunismo partidista vuelve a escena. Cada vez que un partido político busca reposicionarse ante la opinión pública, recurre a iniciativas que suenan bien, que generan titulares y simpatías, pero que en realidad no reflejan un compromiso genuino con las causas que dicen defender. Hoy, el PAN propone exentar del pago del ISR la totalidad del aguinaldo o gratificación anual que reciben los trabajadores. En principio, la propuesta suena atractiva y justa, pero la historia nos obliga a mirar con cautela.

Desde que tengo memoria, la Ley del Impuesto Sobre la Renta ha exentado únicamente una parte del aguinaldo: el equivalente a 30 días de salario mínimo. Y esto no es nuevo. En 2002, bajo el gobierno panista de Vicente Fox, se reformó la ley, pero la esencia no cambió: se mantuvo el mismo límite, solo se movió de fracción. Lo mismo ocurrió en 2014, durante el gobierno priista de Enrique Peña Nieto, cuando nuevamente se reordenaron artículos, pero la disposición siguió igual.

Resulta curioso que los mismos partidos que hoy, desde la oposición, levantan la voz en favor de los trabajadores, no hayan tenido el mismo entusiasmo cuando fueron gobierno. El propio diputado panista que impulsa hoy esta iniciativa reconoce que en 2014 no obtuvieron respaldo, pero omite recordar que en ese entonces su partido formaba parte del Pacto por México, y avaló sin reparos la reforma fiscal de Peña Nieto.

Estoy a favor de que el aguinaldo esté exento totalmente del ISR. Es una gratificación anual que representa un respiro para millones de familias trabajadoras que ya contribuyen fiscalmente cada semana, quincena o mes. Lo que critico no es la iniciativa en sí, sino el uso político del tema. Apostar a la desmemoria del pueblo se ha vuelto una estrategia recurrente. Hoy el PAN juega a ser defensor de los trabajadores, del mismo modo que ayer Morena, cuando era oposición, se oponía férreamente a los impuestos especiales y hoy los usa como herramienta de recaudación.

En fin, la política sigue siendo política: oportunismo, cálculo y estrategia. Pero mientras los partidos se disputan banderas y discursos, los trabajadores continúan siendo quienes más aportan al fisco y quienes menos beneficios reales obtienen. Desde una perspectiva socialdemócrata, exentar de ISR el total del aguinaldo sería un acto de justicia fiscal y una medida coherente con el principio de que el salario —en cualquiera de sus formas— debe ser digno, íntegro y respetado.

Lo anterior es la opinión a contra pelo de su servidor, se vale disentir.

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