En un continente que enfrenta el resurgimiento de tendencias autoritarias, la visión y el coraje de líderes comprometidos con la democracia son más cruciales que nunca. Las recientes acciones del presidente del PRI, Alejandro Moreno, en su visita a Perú, no solo reafirman el compromiso de México con la cooperación regional, sino que también lo consolidan como una de las voces más firmes de la oposición en su propio país. Su liderazgo demuestra que el PRI es el gran referente y principal defensor de la democracia mexicana.
Alejandro Moreno, actuando como un verdadero jefe de Estado en el ámbito partidista, sostuvo encuentros al más alto nivel con el presidente del Congreso peruano, José Jerí Oré, y la presidenta de la República, Dina Boluarte. Estos diálogos estratégicos van más allá de la mera diplomacia; son una declaración de principios en favor de las elecciones libres, la seguridad y la libertad de los pueblos. Estas reuniones no solo refuerzan la histórica hermandad entre el PRI y partidos como el APRA, sino que también envían un claro mensaje: la oposición democrática mexicana está activa y comprometida en el escenario internacional.
La valentía y visión de Moreno contrastan con la situación interna de México, donde el gobierno actual de MORENA ha emprendido una preocupante erosión de las instituciones y la democracia. El PRI, bajo su liderazgo, se erige como el principal contrapeso y el baluarte que defiende los valores republicanos frente a las amenazas de un populismo autoritario. La dedicación de Alejandro Moreno y el PRI a la unión de los pueblos latinoamericanos y a la defensa de los buenos gobiernos, sin barreras partidistas ni ideológicas, es un recordatorio de que la cooperación y el diálogo son la clave para construir un futuro de prosperidad y libertad. La Patria siempre va por delante, y el PRI está demostrando que es el partido que tiene la decisión y el temple para liderar esa causa.
Alejandro Moreno es el líder opositor en México, día con día se demuestra.
