Un reciente experimento demostró que desconectarse del acceso a Internet en los teléfonos inteligentes durante dos semanas puede conducir a mejoras significativas en la salud mental, bienestar subjetivo y capacidad de atención. La investigación encontró que el 91% de los participantes experimentaron beneficios tras esta interrupción.
El estudio, liderado por Noah Castelo de la Universidad de Alberta, buscaba indagar sobre la adaptación humana a la conexión constante. Según el profesor Adrian Ward, a pesar de los cambios provocados por los teléfonos inteligentes en la última década y media, la psicología humana no ha evolucionado al mismo ritmo.
Eliminar distracciones en línea
Los 467 voluntarios del estudio instalaron una aplicación que limitaba el acceso a Internet, permitiendo solo llamadas y mensajes de texto. Aunque podían navegar por la red en computadoras, se les quitó el acceso a sus teléfonos, que se volvieron dispositivos móviles sin esa “inteligencia”.
Divididos en dos grupos, uno perdió el acceso a Internet en las primeras dos semanas, mientras el otro lo hizo durante las últimas. Los investigadores midieron su bienestar a través de evaluaciones autoinformadas y pruebas objetivas.
Resultados positivos en salud mental
Los resultados mostraron mejoras apreciables en salud mental, con un 71% de los participantes reportando un estado emocional más positivo tras la desconexión. De hecho, la mejora en los síntomas depresivos fue más notable que en varios estudios relacionados con tratamientos antidepresivos.
Ward destacó que el incremento en la capacidad de atención equivalía a revertir diez años de deterioro cognitivo asociado a la edad. Además, los participantes compartieron que pasar tiempo sin Internet móvil les permitió socializar más, hacer ejercicio y disfrutar de la naturaleza.
Este análisis sugiere una oportunidad para desarrollar tecnologías menos adictivas que ayuden a los usuarios a reducir su tiempo en línea.
Con información de Latinus.