La realidad que ignoran en el Congreso

Qué nervios, hoy es martes, sí, martes de Congreso del Estado. Ese día en que nuestros “honorables” se sientan a dar declaraciones que nos dejan rascándonos la cabeza. La pregunta del millón es: ¿quién se atreverá a hacer la declaración más descabellada? ¿Quién nos regalará otro momento de desconexión con la realidad?

Rodolfo Valenzuela, el morenista disfrazado de Verde Ecologista, tuvo la osadía de afirmar que la estrategia de seguridad estaba dando resultados. ¿Resultados para quién, por el amor de Dios? Tal vez para él, que vive en una burbuja donde los problemas del pueblo no llegan. ¿O será que Juana Minerva, mi querida amiga, se siente segura porque vive en otro estado de la república y simplemente en otro país? ¿Qué sabe ella de la inseguridad que enfrentamos todos los días?

Y no podemos dejar de mencionar a la señora Tere Guerra, quien, en cada oportunidad que tiene, sale con su discurso de que todo va funcionando y que los índices delictivos van en picada. ¡Por favor! En su mundo de fantasía, todo debe ser perfecto, pero aquí, en la dura realidad, la gente sigue temiendo salir a la calle. ¿De verdad creen que con sus palabras van a convencernos de que todo está bien?

Imagínense tener un congreso donde todos se hacen la venia y cierran los ojos ante lo que realmente está pasando. Claro, son morenistas y tienen que apoyar lo que dice el que manda, pero, ¿hasta cuándo van a vivir en esta negación? La dignidad se ha perdido, y cada martes y jueves que se sientan ahí, parece que solo buscan cómo justificar sus sueldos. La gente se pregunta si realmente les importa la seguridad de sus familias o si solo están ahí para cuidar su estancia en el poder.

Así estamos, señores. Mientras ellos discuten cosas irrelevantes, la inseguridad sigue creciendo como mala hierba. La ciudadanía tiene que cuidar a sus hijos, a sus vecinos, porque las autoridades, hasta ahora, no han hecho nada. ¿Qué más necesitamos? ¿Que nos digan que todo está bien mientras la violencia nos rodea? No, gracias.

Hoy, en este martes de Congreso, la recomendación es clara: cuídense, cuiden a sus hijos, cuiden a sus vecinos, porque en Sinaloa la seguridad no es un lujo, es una necesidad urgente. La dignidad que tanto presumían se ha desvanecido entre sus palabras vacías y sus acciones inexistentes. Aquí, el único que está haciendo algo por el pueblo somos nosotros, los que enfrentamos la realidad día a día.

Así que, mientras ellos se sientan a “trabajar”, nosotros seguimos luchando por sobrevivir en este estado que parece olvidado. La gente merece más que simples palabras; merece acciones concretas, porque al final del día, el verdadero peligro no son solo los criminales, sino la indiferencia de quienes deberían protegernos.

Y aquí estamos, atrapados en un ciclo de promesas vacías y discursos carentes de sentido. Nos dicen que hay una estrategia, pero ¿dónde está? Porque en la calle, la única estrategia que vemos es la de esconder la cabeza en la arena, como si el problema se fuera a solucionar solo. Las familias viven con miedo, las casas se han convertido en prisiones y salir a la calle se siente como jugar a la ruleta rusa.

Los que están en el congreso deberían tener el valor de mirar a la gente a los ojos y reconocer que no están haciendo su trabajo. Que su primera responsabilidad es con el pueblo que los eligió, no con el partido o con su propia comodidad. Pero parece que eso es pedir demasiado en un lugar donde cada sesión se convierte en un acto de teatro, donde las risas y los aplausos son para aquellos que se atreven a decir lo que sabemos que no es verdad.

Es hora de que el pueblo despierte. De que exijamos a nuestros representantes que dejen de jugar y empiecen a actuar. Ya basta de discursos bonitos y de palabras que no llevan a ningún lado. La gente necesita respuestas, necesita ver que hay un verdadero compromiso con la seguridad y el bienestar de todos.

Y si no pueden hacerlo, si no tienen el valor de enfrentar la realidad, que den un paso al lado y dejen que otros lo hagan. Porque aquí, en Sinaloa, la gente está lista para luchar por un futuro mejor, pero no podemos hacerlo solos. Necesitamos que aquellos que tienen el poder se pongan a trabajar de verdad y dejen de jugar a ser políticos.

Al final del día, la solución no vendrá de ellos, vendrá de la gente que se niega a rendirse. Así que, cuídense, cuiden a sus seres queridos y manténganse firmes. La lucha apenas comienza, y no nos detendremos hasta que tengamos la seguridad y la dignidad que merecemos, y empecemos por exigir a quienes reciben un sueldo que sale de nuestros bolsillos.

Bueno todo esto SEGÚN YO el Goyo310 … ¡que sigan esas declaraciones! ¡Ocupamos material para la mesa más chingóna y el sillón del pueblo! ¡Fugaaaaaaa!

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *