El presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, salió en defensa de la disculpa pública ofrecida por el ciudadano Carlos Velázquez de León, tras un incidente ocurrido en un evento público. Noroña aclaró que la decisión de ofrecer la disculpa no fue suya, sino del propio Velázquez, quien sintió la necesidad de rectificar su comportamiento. En su intervención, el senador argumentó que era apropiado que la disculpa se diera en un espacio público, dado que las ofensas también se produjeron en un contexto similar.
“Hasta el 31 de agosto soy presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Senadores, y eso implica una investidura”, destacó Noroña, añadiendo que la disculpa no solo era un acto de cortesía, sino un reconocimiento de la dignidad que representa su cargo.
El incidente que llevó a la disculpa involucró la agresión verbal hacia Noroña y el despojo de su celular, lo que el senador consideró como un ataque a su investidura. Si bien reconoció que al principio el asunto no le pareció grave, enfatizó que la respuesta adecuada debía corresponder al tipo de agresión sufrida. “La agresión fue en un lugar público, por lo que la respuesta también debe ser pública. Me despojó de mi celular; eso no es trivial”, afirmó.
Noroña también abordó el contexto en el que se discutió la disculpa, mencionando que el encuentro se acordó en una reunión con American Express, que inicialmente se mostró reacia a facilitar el evento. Aclaró que Velázquez había propuesto que la disculpa se llevara a cabo en la oficina de la Cámara de Senadores, lo que subraya la formalidad del asunto. “Esto no es personal; es una cuestión de respeto a la investidura”, reiteró.
El presidente del Senado aprovechó la ocasión para criticar a algunos sectores de la oposición, señalando que la falta de respeto hacia las autoridades ha sido normalizada. “La derecha parece estar acostumbrada a menospreciar a cualquier autoridad. Si esto hubiera sido con alguien del PRI o del PAN, no se habrían atrevido a hacerlo”, concluyó Noroña, subrayando la importancia de mantener el respeto en el ámbito político.