Ante la situación que enfrenta la Universidad Autónoma de Sinaloa, el nombre es lo de menos, si se le quiere llamar “Reingeniería” no pasa nada, ni le quita ni le pone. Lo importante es que sea un proceso serio, decidido, parejo, inteligente, informado, suficiente y verás.
Las condiciones para el futuro cercano de la UAS exigen que todos seamos parte de la solución, porque todos somos parte del problema.
La UAS la conformamos, como engranes de la misma, los activos y jubilados académicos, administrativos e intendencia, empleados de confianza y directivos.
Estos son los grupos de personas que le dedicamos media vida a las diversas labores; los estudiantes están de paso, no dejan de ser indispensables, pero, muchos, tal vez la inmensa mayoría, terminen su nivel escolar y jamás regresen a un aula o una oficina de la Casa Rosalina.
Lo que puede suceder si no nos ponemos de acuerdo es de grandes consecuencias.
Aquí y hoy, no hay lugar para paleros, esos que buscan quedar bien a costa de lo que sea, intentando espantarnos con el petate del muerto, con argumentos legales inexistentes, con invenciones fáciles de desenmascarar. Para esos aprontados, en este momento, no hay lugar.
Tenemos que ser analíticos y darnos cuenta que, haciendo a un lado el egoísmo, los celos, la vanidad, los intereses y ambiciones personales; no queda mas que unirnos en la causa de la UAS.
Es momento de escucharnos unos a otros, que se oigan las voces de todos los involucrados. Que nadie se atreva a impedir alguna opinión, que nadie se atreva a no escuchar a los demás y que nadie se quede callado.
Tenemos que ir a las consultas, y a las reuniones que convoque el SUNTUAS, con los ojos bien abiertos. Conscientes y conocedores de cada paso que se deba dar.
Algunos compañeros están sufriendo por lo que se plantea descontar de nuestro sueldo, para formar un fideicomiso que garantice, en combinación con otros recursos, la continuidad del pago del salario, en particular de los jubilados, a donde tarde o temprano todos llegaremos; que reciben lo mismo que los activos, en lo que llamamos la jubilación dinámica.
Están pensando en la próxima quincena en lugar de asegurar los próximos años y décadas. Se niegan a sacrificar días de aguinaldo, aunque eso signifique recibir el último bono navideño, y ya nunca mas.
Por supuesto que estas dos acciones no pueden ser las únicas.
Hay que revisar los sueldos de los funcionarios universitarios y de quienes se jubilaron en posiciones de salarios altos.
También es de suma importancia verificar la necesidad y pertinencia de los empleados de confianza. Claro está que me refiero a aquellos que realizan labores propias de alguna plaza que debería ejercer un compañero sindicalizado. Habría que ser muy mal intencionado para interpretar que me refiero a los puestos que corresponde nombrar a la administración universitaria.
Y muchas cosas más, que, seguro estoy, serán para fortalecer a la UAS.
Ante todo esto, los cambios y ajustes que se proponen; dejo muy en claro mi posición: Reingeniería Sí.
Por el futuro de la Universidad Autónoma de Sinaloa, por la estabilidad laboral de mis compañeros universitarios, por la mejora continua de la UAS; aquí está mi voto a favor, consciente, decidido y dispuesto a poner lo que me toque. Eso creo yo.



